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Día Mundial de las Cardiopatías Congénitas

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Este día fue creado con el objetivo de concientizar acerca de la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de estas enfermedades, para garantizar una mejor calidad de vida a los pacientes afectados.

Las cardiopatías congénitas son un grupo de patologías caracterizado por la presencia de alteraciones estructurales del corazón producidas por defectos en la formación del mismo durante el periodo embrionario. 

La mayoría de las cardiopatías congénitas son de causa multifactorial, que por el momento se desconoce, por lo que son raros los casos ligados a una única mutación genética concreta. La posibilidad de transmisión a la descendencia o repetición de otro defecto congénito en un hijo es en general baja y oscila entre el 3% y el 5%, aunque puede variar significativamente en función del tipo concreto de cardiopatía.

Se detecta aproximadamente en el 1% de los recién nacidos vivos, existiendo un número casi incontable de cardiopatías congénitas diferentes.

Dado su gran número, la sintomatología asociada a las mismas es muy variable y va desde las que son asintomáticas y no requieren de tratamiento específico hasta aquellas que ocasionan síntomas severos y precisan corrección quirúrgica durante las primeras semanas de vida.

Respecto a las pruebas diagnósticas, las cardiopatías congénitas suelen producir alteraciones en el electrocardiograma y la radiografía de tórax, pero la prueba diagnóstica fundamental es la ecografía cardíaca, ya que permite diagnosticar y evaluar la gravedad en la mayoría de los casos.

El tratamiento, cuando se precisa, suele ser quirúrgico. En algunos casos, la alteración puede corregirse con una única intervención quirúrgica, pero en las cardiopatías congénitas más complejas puede ser necesaria la realización de más de una operación. Con el desarrollo de las nuevas tecnologías, muchos procedimientos se pueden realizar por vía percutánea mediante punciones, sin necesidad de cirugía abierta.

Una vez intervenidos, muchos pacientes con cardiopatías congénitas permanecen completamente asintomáticos. Sin embargo, es fundamental realizar seguimientos a nivel cardiológico al menos de forma anual con el fin de prevenir y detectar la posible aparición de complicaciones evolutivas.

Los avances en su diagnóstico y tratamiento han mejorado mucho el pronóstico, de forma que actualmente más del 90% de niños afectados sobreviven hasta la edad adulta, y en la mayoría de las cardiopatías congénitas la esperanza media de vida es prácticamente comparable a la de la población general.

Los controles periódicos durante el embarazo son importantísimos para detectar estas patologías lo antes posible y tener previsto si es necesario hacer una cirugía intrauterina como una cirugía inmediatamente después del nacimiento, igual de importante es contar con el equipo necesario de neonatología para recibir a ese bebe con los elementos necesarios para ser tratado adecuadamente.